Dentro de 4 meses se cumplirán 20 años de aquel 15 de diciembre, cuando a través de referéndum aprobaron nuestra Carta Política Fundamental, con una abstención que superaba el 55%, una ANC que recogió diversas ideas y propuestas, incluso las hoy golpedas ONG’s de Derechos Humanos participaron en dicho proceso, pero a pesar que ha sufrido una enmienda, ha sido violentada a través de la legislación y decisiones judiciales, amenazada de cambios (Ya pronto con nueva constitución) pareciera que hoy esa constitución del 99 no tuviera defensores con la solidez suficiente para hacerla respetar.
La Dra. Argenis Urdaneta en algunas de sus reflexiones reflejaba que la ANC del 99 era “Una formula mixta que expresaba la coincidencia de diversos sectores” lo podemos expresar en tres bandos:
A) Los que aspiraban cambios para una mayor y mejor democracia.
B) Los promotores de la antipolitica y el antipartidismo.
C) Los que estaban convencido de la necesidad de la fuerza para gobernar.
Me atrevo a decir que el ultimo fue el que salió vencedor, ya que hoy la principal fuerza política del estado venezolano son aquellas logias militares, como diría Irwin, que se formaban desde la década de los 70 con intenciones de gerenciar la nación venezolana.
Pareciera que al ciudadanos venezolano no le preocupase la concentración del poder en un solo individuo, ni mucho menos la escalada de las logias militares en diversos escaños del Poder Público o la posible culminación del proyecto del “Socialismo del Siglo XXI” con la conformación del Estado Comunal, pero es entendible en cierto grado, pues cuando en una Nación se implementa el izquierdismo, una de sus principales banderas es la disminución de la dignidad de sus ciudadanos.
“Cuando el dinero y el poder se encuentran muy cerca, el dinero se convierte en un medio para adquirir poder; y el poder se convierte en un medio para adquirir dinero”
Actualmente Venezuela atraviesa por un paralelismo constitucional, la existencia de una constitución formal, al lado de otra, no escrita, dadas por las diversas decisiones judiciales contrarias al texto constitucional.
De nuestra parte como estudiosos de la doctrina constitucional, como protectores del Estado Constitucional, Democrático y de derecho, defender a carta cabal la vejada Constitución y contribuir desde nuestra área al fortalecimiento de la República.
“Hoy la República esta en un riesgo latente ante la sombra del autoritarismo, nosotros como defensores del Constitucionalismo debemos luchar desde la academia”
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