Como Auditores tenemos que tener en cuenta, que de acuerdo a la conformidad de la normativa de auditoría vigente, el proceso de la auditoría comprende las fases de: planificación, ejecución del trabajo y comunicación de resultados. Una vez considerado estos aspectos fundamentales, tendremos como base sólida los mismos para armar nuestra estructura y aplicar una auditoría, es aquí donde comenzaremos a seguir los pasos:
Cómo primer paso, La planificación:
La planificación es de gran importancia para arrancar nuestro proceso de auditoría, puesto que esta nos servirá de estrategia para su administración además de darnos un enfoque claro sobre la naturaleza, las oportunidades y alcance de los procedimientos que vamos aplicar, dichas auditorías son efectuadas por un grupo de trabajo, por lo que la planificación también nos permitirá gestionar un uso apropiado del potencial humano con el que disponemos.
Nos podemos preguntar ¿Realmente nos beneficia planificar?
La respuesta es sí, planificar nos ayuda como auditores identificar las áreas más importantes y los problemas potenciales del examen, evaluar el nivel de riesgo y programar la obtención de la evidencia necesaria para examinar los distintos componentes de la entidad auditada. De esta manera podemos determinar de forma efectiva y eficiente los datos necesarios que debemos posteriormente informar a los interesados.
Al planificar debemos tener en consideración un objetivo general, este consiste en determinar adecuada y razonablemente los procedimientos de auditoría que correspondan aplicar y como o cuándo se ejecutarán, partiendo de este obtendremos los objetivos específicos, los mismos nos ayudarán a determinar las herramientas, las pruebas y las técnicas para cumplir de forma eficaz con los procedimientos trazados.
Segundo paso, ejecución del trabajo:
Una vez establecido y aprobado nuestro plan estratégico debemos aplicar todos los objetivos propuestos de forma correcta según normas establecidas , para ello podemos hacer uso de las técnicas de auditoría, estás constituyen los métodos prácticos de investigación y pruebas que podemos emplear como auditores para obtener la evidencia o información adecuada y suficiente para fundamentar nuestras opiniones y conclusiones contenidas en el informe, algunas de las técnicas claramente podrían ser la verificación ocular, verbal, escrita, documental o física.
Debemos tener en cuenta que durante la fase de planificación y programación, como auditores determinamos cuáles técnicas se van a emplear, cuándo se debe hacer y de qué manera; las técnicas seleccionadas para realizar la auditoría al ser aplicadas se convierten en los procedimientos de auditoría, una vez establecidas comenzaremos a gestionarlas para obtener la información buscada y posteriormente analizarla e implementar nuestro informe.
Tercer y último paso, Comunicación de resultados:
Una vez finalizado el proceso de revisión y recopilación de información sobre el procedimiento aplicado a la entidad auditada, es necesario efectuar una reunión entre el auditor y el encargado del proceso con el fin de que exista un flujo de información. Posteriormente redactamos nuestro informe sobre los problemas encontrados así como también vamos a sugerir o recomendar las posibles mejoras, esto es vital para asegurarnos el éxito en la auditoría efectuada.
En la actualidad nos concebimos en un mundo financiero, debido a esto es tan importante la opinión ejercida por un licenciado en contaduría pública, que realmente funciona como soporte de confianza ante todo aquel usuario de estados financieros, por lo que hacer un buen uso de los procedimientos para evitar riesgos debería ser nuestra principal preocupación cómo auditores.
“La Ética realmente definirá nuestro crecimiento profesional dentro del mundo financiero”.
Luismer Pachano.
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