En este artículo se estudiará la implicación a nivel nacional, europeo e internacional en la sociedad a la exposición del covid-19 en el campo de la propiedad industrial e intelectual: dentro del mismo se desglosará en apartados como las patentes y diseños, las marcas, y la transferencia de tecnología.
El 2020 será recordado sin duda en los años venideros como el período de tiempo en el que el término coronavirus o covid-19 se encontraba en nuestras calles, en las noticias, en las conversaciones sociales, la exposición global de esta enfermedad ha supuesto un cambio en el nuestra manera de vivir en los terrenos de lo social y profesional, generando así una transformación de miles de millones de personas en relación a su estilo de vida en cuanto a la exposición y al contacto directo y personal entre todos a otro totalmente diferente, como ha sido y es el empleo de las herramientas virtuales y el teletrabajo, por lo que quedará establecida una versión mixta de ambos durante los próximos meses por lo menos.
En cuanto al primer apartado de patentes, encontramos en la Oficina Mundial de Propiedad Intelectual (WIPO) una gran cantidad de solicitudes y búsquedas en comparación a otros años en fechas similares, ya sea en lo referente a la creación y registro de más aplicaciones para el contacto telemático, al enorme crecimiento del número de solicitudes de patentes de herramientas u objetos para prevenir el contagio de la enfermedad, como las máquinas de ozono, pantallas de protección facial individual, pantallas de protección de mesas, de procedimientos de investigación y tratamientos para encontrar una cura, como las solicitudes de prueba de posibles vacunas experimentales o de tratamiento con medicamentos para otras enfermedades con vínculos epidemiológicos al Covid-19.
En el campo de las marcas el asunto es prácticamente similar: nos encontramos con un número superior a las 1200 solicitudes de marcas nacionales relacionadas de diferentes clases que agrupan distintos bienes y servicios con el Covid-19 en países como España, Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Italia y China en sus respectivas oficinas o en la Oficina Europea de la Propiedad Intelectual en Alicante, además de las presentadas a nivel internacional en la Oficina Mundial de la Propiedad Intelectual en Suiza(WIPO), las clases y temáticas más solicitadas son por ejemplo: “Coronavirus”, ”Yo vencí al coronavirus”, ”libre de coronavirus”, entre otros, para plasmarlos en el ámbito textil para hacer camisetas con esos términos, muñecos en el sector infantil, vino para el apartado de bebidas espiritosas, además de muchos otros.
Podemos encontrar en declaraciones de multitud de editoriales que la situación del Covid-19 va a marcar un antes y un después a la hora de realizar obras, su venta y el análisis de la tirada de las mismas, generando obras que coparán la atención de los consumidores en los próximos años, por lo que veremos un nuevo auge de la prensa escrita y una subida del consumo de la lectura electrónica, favoreciendo entonces a un sistema mixto en unos niveles nunca alcanzados hasta el momento.
Destaca además el papel de la transferencia de tecnología que se ha ideado para poder solventar ciertos aspectos de cara al día a día en la vivencia de esta situación, como aplicaciones telefónicas de voluntariado, de comercio electrónico de las pymes , de organización de comunidades de propietarios y zonas comunes, de enseñanza virtual, como la mejor implantación de Classroom de Google en España, las cuales se han registrado y han supuesto un cambio significativo a partir de estos momentos de confinamiento comparándolos con su balance previo a la enfermedad, por lo que ha generado unos rendimientos y beneficios gracias a la propiedad industrial e intelectual en el desarrollo y registro de esa idea.
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Encontraremos estos días no sólo las principales que se anuncian por los medios de comunicación o cuando nos lo mencionan de manera directa, empezaremos a analizar posibles copias de esos proyectos e ideas que se asemejan en prácticamente todo, por lo que ahí entra la jurisdicción y la oposición a su registro para que no pudiesen existir conflictos y disputas acerca de la cuestión ya mencionada. La pandemia y el confinamiento ha supuesto la eliminación temporal completa del empleo de materiales físicos de cara a su solicitud de registro para que se desarrolle por completo el ámbito telemático en la presentación y todo por teletrabajo, siendo además un bloqueo de plazos en cuanto a trámites administrativos que había hasta hace unos días.
Esta situación ha generado en esta rama jurídica que ya se encontraba realmente avanzada en estos trámites un gran cambio hasta situarse cerca de las expectativas de la Unión Europea al Horizonte 2030 de manera provisional, aunque ya por lo expuesto en estos meses se podría suponer que este tipo de procedimientos podrían ser considerados como permanentes de cara a la seguridad de los trabajadores y de los propios solicitantes, por lo que a nivel nacional, europeo e internacional esta enfermedad ha derivado en avances legales-tecnológicos entre 5 y 10 años de adelanto, pero por supuesto continuaremos atentos al desarrollo de las mismas oficinas y de las firmas y boutiques legales, ya que también se han tenido que habituar muy rápido al empleo del teletrabajo, al desarrollo de la formación de cursos y webinars en multitud de especialidades disponibles, a las entrevistas en las redes sociales para dar aún más a conocer su labor y el esfuerzo que realizan a diario, a las plataformas de comunicación virtuales para reunirse entre ellos y con los clientes y a la eliminación del papel para ser totalmente electrónicos a la teoría.
Por todo ello considero que la propiedad industrial e intelectual está conseguiendo adaptarse y sobreponerse correctamente a las dificultades que el Covid-19 ha generado desde su aparición pública desde el mes de enero en China y el contagio en la mayoría del planeta, encontrándose en el foco del problema al pie del cañón junto con los estudios médicos, la educación, la seguridad y la alimentación a la par para controlar el daño producido.
Por Miguel Cano Menor.
Graduado en Derecho por la Universidad de Alicante, Máster en Propiedad Industrial e Intelectual – Magister Lvcentinvs por la Universidad de Alicante, y Alumno del Máster de Acceso a la Abogacía de la Universidad Oberta de Catalunya.
Entre sus méritos y cargos académicos, es Coordinador General de Zonas del Consejo Nacional de Estudiantes de Derecho CONEDE. Ha participado en numerosos Moot Courts y simulaciones judiciales, participando como organizador, colaborador y Juez y ganando algunos de estos eventos.
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