Lo primero que debemos señalar es que la economía venezolana en ruinas mucho antes de la llegada de la pandemia, gracias a la destrucción por más de 20 años del aparato productivo del país, pero también por más de 40 años de un bipartidismo político entre socialdemócratas y socialcristianos que vieron al Estado y la renta petrolera como una vaca a la cual había que ordeñarla a diestra y siniestra.
Y que con la llegada de la mal llamada revolución del siglo XXI agudizó esa crisis, pues ellos fueron mucho más lejos, no sólo ordeñaron la vaca, sino que la desmembraron y repartieron los pedazos a las grandes potencias como lo son China y Rusia, pero también tenemos que recordar el endeudamiento que tiene el Estado venezolano con Turquía y los Emiratos Árabes.
¿De qué estamos hablando? Estamos hablando de quien paga las consecuencias de las malas políticas económicas implementadas por los enemigos de la libertad es el ciudadano venezolano, que hoy en día más del 70% de las población vive en pobreza extrema y eso se reflejó en el pico de la crisis económica en el 2017, donde existían ciudadanos comiendo de la basura.
Ahora en el contexto de la pandemia tenemos que se espera una severa recesión a nivel global, de hecho el comportamiento de los mercados ha pasado un poco desapercibido en las noticias, la recesión de los mercados deja ver que luego de la pandemia vamos a tener unos mercados disminuidos, con una baja general de las materias primas y en ese particular vemos como el petróleo ha sufrido un grave golpe.
Pero la pregunta que nos hacemos es ¿Que es lo que viene para Venezuela? Como ya lo mencioné, Venezuela viene de una crisis previa en todos los sectores: sociales, económicos, institucionales, políticos.
Y es esa crisis política tan severa que trae como consecuencia implicaciones a nivel internacional, pues ha reducido el comercio internacional, esto nos deja con una fuerte agudización de la crisis humanitaria, sobretodo en el sector salud.
Ahora bien desde este punto de vista, las medidas tomadas por el Estado venezolano son muy severas, pero hasta cierto punto necesarias ¿Por qué digo hasta cierto punto? Porque el ciudadano venezolano vive del día a día, a pesar que la pandemia no se ha expandido a todo el territorio nacional, se ha paralizado por completo la actividad del país.
Esto traerá como consecuencia la quiebra de pequeñas y medianas empresas, aunque el “Estado protector” manifestó que se hará cargo de las nóminas de las mismas y que hará un completo con bonos, esto es algo irrisorio pues eso en este país no te alcanza ni para cubrir un kilo de carne, porque ninguna de estas empresas pagan sueldo mínimo, pagan mucho más, pero el “Padre Estado” si lo hará.
Entonces si la recesión global es grave, lo que le espera al país es un infierno desde el punto de vista económico, no existe una predicción positiva para el país.
Esto lo podemos apreciar que aunque Venezuela es una potencia petrolera, hoy en medio de una pandemia tenemos un fuerte desabastecimiento de combustible, pues por años se vio destruida su infraestructura de refinamiento y procesamiento de petróleo, por culpa de personas incapaces en puestos importantes en el país.
“La paralización total del país está en proceso y la somalización de Venezuela se encuentra a la vuelta de la esquina”.
Autor: Eduardo Caballero
Director para los DDHH del Centro Thatcher capítulo Venezuela
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