Alberto, es un niño extrovertido de 11 años de edad, un domingo por la noche, se encuentra sentado sobre el sofá, ubicado en medio de la sala de su casa, con mucha agilidad revisa su perfil de Facebook en su Smartphone, se siente seguro, sus padres lo acompañan en el mismo sofá.
En ese instante Alberto recibe una solicitud de amistad, aunque no conoce el perfil, observa en su foto, la imagen de una adolescente rubia, muy hermosa, por lo cual decide aceptar rápidamente su solicitud.
Al transcurrir breves minutos, Alberto recibe un nuevo mensaje vía Facebook, es Maciel, la adolecente rubia a quién le acaba de aceptar la solicitud de amistad.
Maciel conduce al niño Alberto en una conversación interesante y amena, entre juegos, elogios y chistes, Alberto se siente en confianza, ella elogia sus ojos, le pregunta si tiene o no novia y le hace llegar una fotografía de unos senos en desarrollo, ella pregunta, te gustan?
Maciel al recibir la confirmación de Alberto, inmediatamente le solicita una fotografía, donde él no posea nada de vestimenta, al leer el mensaje se ruboriza, observa a los lados, sus padres no lo determinan, decide ir al baño, y envía una fotografía explicita.
Del otro lado del teléfono, un hombre de 42 años sostiene su smarphone, el sonido de su messenger de Facebook le alerta sobre la recepción de un nuevo mensaje, al revisar se trata de la fotografía explicita del niño Alberto, el hombre dice: ¡vaya, vaya, otro más…!
La Sextorsión o extorsión sexual, inicia cuando un pedófilo se comunica con un niño, niña o adolescente, por medio de un juego de video en línea, redes sociales o una aplicación. Al usar perfiles falsos para engañar, ofrece regalos, dinero e inclusive produce amenazas para convencer a la víctima de generar imágenes explicitas. Sin embargo cuando la víctima se niega a continuar enviando este tipo de imágenes e inclusive videos, el victimario desborda su violencia y amenaza con causar daño a la víctima o usar las imágenes obtenidas para presionar y continuar consiguiendo más imágenes y videos, los cuales también son vendidos por el criminal en redes de pedófilos a nivel mundial.
Las víctimas de estos casos usualmente cuentan con exceso de confianza, al parecer carecen de sentido de auto protección, cuando se trata de extraños que los contactan por internet, así lo afirman especialistas del FBI.
Padres, niños, niñas y adolescentes deben estar alertas antes este tipo de delitos en línea.
Los padres deben evaluar las interacciones online de sus hijos con terceras personas. Para los padres una alerta resultaría los comportamientos atípicos de sus hijos antes, durante y después de tener conexiones a internet, otra pudiera ser el uso excesivo del smartphone, tablets u ordenadores.
Las víctimas del delito de sextorsión usualmente se sienten temerosas, avergonzadas, ansiosas y desesperadas, debido a la presión que ejercen los delincuentes para hacer efectivas sus demandas.
Los niños, niñas y adolescentes víctimas del delito de extorsión sexual, tienden a proteger a su agresor, por cuanto los delincuentes buscan que se sientan inseguros, asustados, o avergonzados para contar lo que sucede a una persona de su confianza.
Las víctimas deben entender que ellos no se encuentran cometiendo delito alguno, a pesar de recibir dinero, regalos o enviar las imágenes explicitas, no son ellos quienes cometen el delito, sino el adulto o el extorsionador, al pedir, pagar, o demandar imágenes gráficas de un menor de edad, ese es el verdadero delito.
No deben tener ningún tipo de temor para contar o denunciar estos hechos ante sus padres, familiares y autoridades, por más amenazas recibidas, este tipo de delincuentes generalmente actúan bajo las sombras, con una verdadera identidad que no permite relacionarlos a simple vista con el delito, en este sentido, no se expondrán a ser identificados fácilmente, además generalmente no cuentan con recursos suficientes para hacer efectivas sus amenazas.
Como medidas de seguridad, los niños, niñas y adolescentes siempre deben tener la disposición de pedir ayuda a sus padres y familiares más cercanos, es necesario ser selectivos al compartir en línea y sus cuentas en redes sociales deben ser privadas, para evitar la selección por parte del delincuente.
Es necesario bloquear e ignorar mensajes de personas que no conozcan. En redes sociales construir un perfil falso es como sumar dos más dos.
Eviten enviar imágenes o videos de su cuerpo o rostro a desconocidos, al enviar algo por internet se pierde el control sobre ello y puede llegar a donde ni te lo imaginas.
La mejor recomendación siempre es será la prudencia, no compartas tu intimidad, por eso se le llama intimidad, es solamente tuya.
Por Richard Daal
Abogado e investigador criminal venezolano egresado de la Universidad José María Vargas, y Licenciado en Criminalística por el Instituto Universitario de Policía Científica. También incursionó en el sector público como Fiscal Nacional en casos de delitos graves contra los derechos humanos y delitos comunes, actualmente dirijo mi propio escritorio jurídico y me apasiona las nuevas tecnologías jurídicas para el mejor desempeño de la profesión de abogado.
Soy Colaborador en la consultora Española Legaltechies de servicios Legaltech.
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